Su motor y su caja de cambios (secuencial automática) son los mismos (sin ninguna modificación) que monta la versión de competición del Lamborghini Gallardo, un V10 de 5.2 litros y 570 CV de potencia (a 8.000 rpm). Acelera de 0 a 100 km/h en 3,4 segundos, de 0 a 200 km/h en 10,4 segundos y su velocidad punta es de 320 km/h. Su peso en seco se sitúa en los 1.340 kg. Estéticamente es igual que el que compite en la Lamborghini Blancpain Super Trofeo. Comparte su gran alerón trasero (que le proporciona una gran carga aerodinámica) y su capó (desmontable y con sistema de apertura rápida), por ejemplo, siendo ambos de carbono. Destacan elementos como las entradas de aire y el difusor trasero, las llantas (de 19 pulgadas, con cinco brazos dobles) de color negro brillante, las pinzas de freno de color rojo (es la primera vez que las podemos ver de este color, de serie, en un Lamborghini) y sus estilizados retrovisores. Monta unos neumáticos Pirelli P Zero Corsa (235/35 delante y 295/30 detrás) y la tracción es permanente a cuatro ruedas. Opcionalmente, el sistema de frenos puede ser carbono-cerámico (con unos discos de 380 y 356 mm de diámetro en el eje delantero y trasero, respectivamente), se podrá instalar una jaula tubular interior (como protección ante accidentes) y un sistema de navegación GPS, por ejemplo.
Se producirán únicamente 150 unidades que, irán numeradas para identificarlas en la serie limitada.
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